En Debate de Control Político, el Concejal Juan David Quintero de la coalición Nuevo Liberalismo En Marcha, denunció que es probable que la alcaldesa Claudia López haya modificado el plan Parcial El Pedregal, edificio en obra gris de la Calle 100 con Cra 7, para favorecer al cuestionado promotor Aldea Proyectos S.A.
Quintero manifiesta que con esta modificación cambiaron la construcción de un túnel por un puente. Pero además advierte que, ni siquiera la construcción del puente está garantizada toda vez que la alcaldesa prefirió la constitución de un fideicomiso por encima de la construcción del túnel para que las obras entraran a operar. Esto quiere decir que, la ciudad tendría que recibir un túnel antes de que se abrieran las puertas del complejo El Pedregal y con la modificación de López, Aldea podrá abrir la Torre 1 solamente consignando el 59,2% de lo que supuestamente se requiere.
Sin embargo, el concejal advierte que tampoco se tiene claridad del costo de las obras pues las cifras no han sido actualizadas en casi una década. Por lo tanto, ese 59,2% no alcanzaría para hacer las obras que la ciudad necesita.
Quintero revela que desde el año 2019, la compañía Aldea comenzó a presentar inconvenientes y el grupo empresarial chileno MallPlaza, inversionista del proyecto, ofreció 1,1 billones de pesos por el 60% del proyecto y finalizar todas las obras que la ciudad necesitaba. No obstante, tanto la alcaldía de López como Aldea, ignoraron la propuesta y la junta directiva de Aldea la rechazó, esperando el cambio que al final la alcaldesa concedió.
El cabildante resalta que además de todas las posibles irregularidades que se pudieron presentar, esta es la condena a Usaquén de un trancón eterno. Teniendo en cuenta que, por un lado, mientras un deprimido genera valor urbano, un puente lo sustrae. Quintero agrega que se sumarán 12 semáforos en tres intersecciones al ya colapsado cruce de la Calle 100 con Cra 7. Pero quizás lo más grave, enfatiza el concejal, es que Claudia López contrató el Corredor Verde y la Troncal de la Avenida 68, a sabiendas que la construcción de esta conexión era incierta.
Es así como, el contrato de la Avenida 68 llega hasta la Carrera 8A y no es posible determinar una armonización entre los diseños del Corredor Verde y los diseños del supuesto puente.
El concejal plantea tres posibles escenarios debido a las irregularidades: i) que el proyecto se quede con el avance actual y no se ejecuten las obras ni privadas ni las cargas urbanísticas. ii) que las obras de la ciudad no avancen porque el constructor, aunque cumpla con la Torre 1 del proyecto, inicie un proceso de reorganización y posible liquidación. iii) que avancen todas las obras privadas del proyecto pero sin obras de la ciudad. En este último caso, el promotor le dejaría al Distrito los recursos para las obras públicas, pero estos terminarían siendo insuficientes. Quintero señala que, en cualquiera de estos escenarios, la preocupación es: “¿Qué pasaría con TransMilenio Av.68 y Corredor Verde si la viabilidad del Plan Parcial El Pedregal está en peligro?”.
Por último, el concejal hace un llamado a la Administración Distrital para que tome las medidas necesarias que garanticen la construcción de las obras de la ciudad, y así proteger la movilidad, el desarrollo urbano y el interés general de todos los bogotanos. “Distrito, haga lo que tenga que hacer para garantizar que las obras de la ciudad sí o sí se ejecuten. No es posible que nos dejemos meter este ‘conejo’”, concluyó Quintero.