El concejal Manuel Sarmiento aseguró que el proyecto de presupuesto para 2017 confirma la política del alcalde Enrique Peñalosa de utilizar los recursos públicos para apalancar meganegocios que le hacen daño a la ciudad. “Se favorecen notablemente las alianzas público – privadas, las privatizaciones del patrimonio público y las concesiones de la operación del sistema Transmilenio y en contraste, se desatienden por completo los buenos negocios como la industria, la producción agrícola y el pequeño y mediano comercio, que jalonan el desarrollo económico y el empleo en la ciudad”.
En términos reales el presupuesto de inversión del sector de Desarrollo Económico se reducirá en 0,56%. La industria bogotana, fundamental para la generación de riqueza y empleo formal, atraviesa por una grave crisis debido a la política de libre comercio de Juan Manuel Santos. Sarmiento afirmó que el alcalde Peñalosa va a profundizar esta crisis al reducir los recursos del sector con medidas que son una burla para fabricantes en zonas como las del calzado del Restrepo que están al borde de la quiebra.
Un trato similar reciben pequeños y medianos comerciantes. Tiendas, peluquerías y demás comercios de barrio continúan desprotegidos frente a la competencia desleal de multinacionales y grandes superficies y su ya difícil situación se agravará con el llamado ‘monotributo’ incluido en la reforma tributaria del gobierno nacional. “Este proyecto de presupuesto ratifica que el gobierno de Peñalosa desprecia a la industria y al pequeño y mediano comercio, como lo hace el del presidente Juan Manuel Santos”, reprochó el cabildante del Polo.
Otro de los programas afectados es el de mercados campesinos pues no hay claridad sobre el presupuesto que se les destinará. Luego de los intentos por reducirlos a su mínima expresión, el proyecto de Peñalosa no plantea recursos ciertos ni metas claras que compensen el fracaso rotundo al que fueron sometidos durante este año.
Finalmente el concejal de la oposición se pronunció sobre la disminución del 22% en el presupuesto destinado para la Generación de Alternativas Comerciales Transitorias para Vendedores Informales a cargo del IPES que en 2016 tenía $15.452 millones, y para 2017 bajará a $12.776 millones deteriorando la ya dramática situación que sufren los vendedores informales con la actual Administración. “El panorama es desalentador y confirma que el del alcalde Peñalosa, es un plan de subdesarrollo para Bogotá”, concluyó.
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