Históricamente, la movilidad y la contaminación de la carrera séptima ha sido una preocupación de la ciudadanía. Diversas administraciones han propuesto variadas soluciones: en la administración de Lucho Garzón (2004-2007) se alcanzaron a realizar los estudios y diseños para la adecuación del corredor de una troncal de Transmilenio. Esta iba del portal del 20 de julio hasta la calle 170. En la administración de Samuel Moreno, se habló de metro pesado y se terminaron los diseños para el sistema integrado de transporte (SITP). En la alcaldía de Gustavo Petro se presentó la alternativa de un tren ligero o tranvía, el cual iría desde la calle 19 hasta la calle 193. En la siguiente administración se estructuró y diseñó la adecuación del sistema Transmilenio de la carrera séptima de la calle 32 hasta la calle 200. A pesar de todos los proyectos que buscan solucionar dicha problemática, ninguno se ha podido consolidar completamente y la problemática de movilidad permanece en la carrera séptima. Es por esto, que la alcaldía actual, en un intento más, presenta el corredor verde como una solución óptima.
Dicho proyecto que presenta la alcaldesa busca: (1) reducir los tiempos de desplazamiento en un 50%, lo que mejorará la calidad de vida de los ciudadanos, (2) ampliar a 4 carriles de la carrera 7 entre las calles 183 y la calle 200, lo que beneficiará a la población trabajadora que habita en los barrios El Codito, Santa Cecilia y Lijacá y las zonas más vulnerables de la localidad de Usaquén; (3) implementar una flota 100% eléctrica, haciendo una movilidad sostenible lo que aportará a mejorar la calidad del aire en la capital; (4) además de generar empleos directos e indirectos en la sola fase de construcción. Sin embargo, las voces que están en desacuerdo y la ciudadanía presenta preocupaciones como: que la reducción de carriles generaría un trauma para ingresar al centro y las otras vías colapsaría con el tráfico que saldría de la séptima, manifiestan que la flota no sea 100% eléctrica, que el comercio de la zona se vería afectado en las obras, entre otras preocupaciones que abarcan el proceso de licitación, construcción e implementación del proyecto.
En ese sentido, es necesario que se mejore la comunicación con los ciudadanos, pues el acuerdo social depende de la comunicación y la información clara. Esto se resalta dado que al no tener el proceso y los detalles claros ha crecido una preocupación generalizada. En consecuencia, solicitamos a la administración sé de claridad a la ciudadanía sobre los objetivos medibles que den cuenta de la efectividad e impacto del proyecto del Corredor Verde en las dimensiones de movilidad sostenible; aprovechamiento del espacio público por distintos grupos etarios y el impacto ambiental en la calidad del aire. Así como dar un parte de tranquilidad en el aspecto económico de la zona durante y después de la construcción del proyecto.
Partido Liberal Colombiano