Con la Convención sobre los Derechos del Niño, Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, los estados miembros buscaban aunar esfuerzos para la protección y la promoción del derecho a la vida, a la prosperidad, a la educación y a un desarrollo sano de las niñas y niños del planeta. La Unicef ha sido enfática en señalar la importancia fundamental que reviste el desarrollo en la primera infancia con respecto a la formación de la inteligencia, la personalidad y el comportamiento social. En ese sentido, si los niños y niñas de corta edad no reciben en esos años formativos la atención y el cuidado que necesitan, las consecuencias son acumulativas y prolongadas. Así mismo, la Unicef afirma que el desarrollo del niño en la primera infancia adquiere una importancia cada vez mayor en el temario de promoción y defensa de los derechos de la infancia. El derecho de los niños de corta edad al desarrollo cognoscitivo, social y emocional saludable amerita la atención prioritaria de todos los gobiernos, organizaciones, comunidades, familias y personas responsables.
Sin embargo, los menores aún encuentran grandes obstáculos para que puedan gozar plenamente de sus derechos, en un país como Colombia, en donde las agresiones físicas, emocionales y sexuales hacia los menores de edad va en aumento. Y es que la importancia del cuidado de los menores reviste en que la personalidad de una persona se forma entre los primeros seis años de existencia, pues es en este periodo en el que interiorizamos muchos patrones conductuales y formas de interpretar la realidad, que vamos a repetir por el resto de nuestras vidas.
Lamentablemente, tanto en Colombia, como en Bogotá D.C. los menores ven vulnerados sus derechos, reflejo de esta situación son las reveladoras cifras de violencia sexual de las que son víctimas las niñas, niños y adolescentes. Según datos suministradas por la secretaría Distrital de Salud, el número de casos de violencia sexual ejercida contra niñas, niños y adolescentes en el Distrito capital menores de 14 años ha tenido un aumento en el periodo comprendido de 2012 a 2016, en donde el número de casos reportados paso de 2.046 a 2.602 casos. En el caso de los mayores de 14 años, la Secretaría de Salud reportó un aumento considerable de casos en el periodo comprendido de 2012 a 2015, pasando de 1.517 en 2012 a 2.730 para el 2015, y una tímida reducción de casos para el año 2016 con un total de 2.460 casos reportados.
En el mes de abril de 2017 Medicina Legal reveló que en los tres primeros meses del año había realizado 4.315 exámenes médicos a niños y adolescentes por presuntos delitos sexuales en todo el país. Así mismo, indicó que la zona que reporta más niños víctimas de abuso sexual fue Bogotá, con 779 casos, seguida por Antioquia (513), Valle del Cauca (353), Cundinamarca (276) y Santander (221). En su reporte, Medicina Legal señaló que se han tenido que hacer valoraciones médicas a 3674 niñas y 641 niños por presunto delito sexual, mientras que en todo 2016 se hicieron 17.908 casos, correspondientes 15.074 a niñas y 2834 niños. Lo más preocupante es que el 87 por ciento de casos de violencia sexual contra los niños ocurre en la casa. Y en el 95 por ciento de crímenes, los agresores son personas cercanas a los niños. ¡El panorama es desalentador!
Cabe mencionar que los de abuso sexual coinciden con la sintomatología propia de un estrés postraumático. Se presentan rasgos como miedo, problemas para dormir, pesadillas, confusión, sentimientos de culpa, vergüenza, ira junto con la incapacidad de manejar estas emociones. Según el doctor Alberto Linares Tejada, los menores víctimas de abuso pueden convertirse muchas veces en potenciales agresores; suelen manifestar, además, conductas hipersexualizadas como la masturbación compulsiva, conductas seductoras, o un exceso de curiosidad por los temas sexuales. Linares describe las siguientes consecuencias del abuso sexual infantil:
- Físicas: pesadillas y problemas de sueño, cambios de hábitos de comida, pérdida de control de esfínteres.
- Conductuales: Consumo de drogas y alcohol, fugas, conductas auto lesivas o suicidas, hiperactividad, bajada del rendimiento académico.
- Emocionales: miedo generalizado, agresividad, culpa y vergüenza, aislamiento, ansiedad, depresión, baja estima, rechazo al propio cuerpo.
- Sexuales: conocimiento sexual precoz e impropio a su edad, masturbación compulsiva, exhibicionismo, problemas de identidad sexual.
- Sociales: déficit en habilidades sociales, retraimiento social, conductas antisociales.
Por esto es importante tomar medidas en el asunto, para garantizar la plena protección de los derechos de nuestras niñas, niños y adolescentes, para alejarlos de los vejámenes y abusos de los que son víctimas. Es necesario evitar que se repitan casos como el de Sara Yolima Salazar, una niña de tres años, que llegó al hospital Federico Lleras Acosta de Armero Guayabal, el pasado 21 de abril, con signos de tortura y de abuso sexual, y que posteriormente falleció; o como el caso de Yuliana Samboni, una menor indígena de siete años que fue secuestrada, violada, torturada y asesinada en Bogotá. Aquí hemos mencionado los casos que se han reportado, pero: los que no se reportan ¿cuántos serán?
Canales de ayuda y denuncia Diferentes instituciones estatales tienen dispuestos canales de atención para la denuncia de abusos a menores. Aquí presentamos algunos de estos:
- Línea 106: Secretaría de Salud de Bogotá, línea creada con el fin de brindarles una orientación que les sirva para identificar y prevenir riesgos en la población infantil.
- Whatsapp: 3007548933. Línea de ayuda, intervención psicosocial y/o soporte en situaciones de crisis. Que brinda un espacio de comunicación orientado a la promoción de la salud mental, con especial énfasis en la atención de niños niñas y adolescentes. Funciona las 24 Horas de manera ininterrumpida y es atendida por profesionales de psicología.
- Línea 141: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) habilitó esta línea de atención para atender emergencias relacionadas con el maltrato y todo tipo de violencia contra los niños en Colombia.
- 01 8000 11 2440: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), línea de prevención abuso sexual.