Los jóvenes hoy en día enfrentan unos grandes desafíos: por un lado, los que planteó la pandemia del coronavirus y el cambio climático; y por el otro, los problemas que históricamente les han afectado como la exclusión social, el desempleo, el embarazo adolescente, el consumo de sustancias psicoactivas y los problemas derivados de la salud mental.
Siendo conscientes de estas problemáticas, la actual administración ha intentado, a pesar de los retos que ha presentado la pandemia, realizar varias mesas de trabajo y la socialización de los planes de juventud a través de las plataformas dirigidas a esta población. Cabe mencionar que estas plataformas hacen presencia en la mayoría de las localidades del Distrito intentando, consolidar a través de los grupos de jóvenes existentes la organización de estas mismas.
Si en realidad queremos sacar provecho de todo este esfuerzo por obtener información y organización a través de las localidades de Bogotá, debemos potencializar al máximo el hecho que este viernes 14 de enero se posesionaron en la capital alrededor de 372 jóvenes como consejeros locales de juventud, quienes durante los próximos cuatro años tendrán la responsabilidad de representar a los bogotanos.
Espacios políticos como estos servirán de plataforma para las generaciones que gobernarán Bogotá y Colombia. En este grupo de 372 consejeros habrá representantes de comunidades étnicas, religiosas, campesinos y victimas del conflicto armado, quienes tendrán como tarea principal atender los requerimientos y llamados de cada una de las localidades.
Estos jóvenes tejerán los nuevos lineamientos de la Política Pública de Juventud, la cual, como se tratará más adelante, con seguridad tendrá cambios drásticos debido al Covid-19. Adicional a lo anterior, les corresponderá participar en la conformación de presupuestos públicos a favor de los jóvenes y a hacer control social a los temas de agenda de juventud de esta administración.
Gran responsabilidad tiene este grupo de jóvenes a quienes desde el Concejo de Bogotá estaremos prestos a colaborarles y por que no a aprenderles, ya que solo ellos a través de su experiencia, pueden darnos las verdaderas herramientas para coadyuvar en soluciones efectivas al tema juventud.
Tenemos enormes retos como la deserción escolar, el embarazo adolescente, el desempleo juvenil, el maltrato intrafamiliar, la delincuencia juvenil o el consumo de sustancias sicoactivas, problemas que entre otros miles continúan siendo el común denominador en nuestros jóvenes bogotanos.
Desde esta perspectiva lo que habría que preguntarse es si la Política Pública de juventud que se desplego desde el 2019 ha tenido un verdadero impacto en nuestros jóvenes o solamente se quedo en extenso papel.
Frente a esta situación, es necesario realizar las siguientes preguntas:
1. Qué ha sucedido con la educación de nuestros jóvenes?, más exactamente me refiero a: Acceso, permanencia y calidad
2. ¿Se ha materializado en realidad una inclusión productiva de nuestros jóvenes y más con ocasión a esta pandemia?
3. ¿Qué ha sucedido con la Salud integral de nuestros jóvenes, margen de suicidio y enfermedades mentales producto del encierro de esta pandemia?
4. ¿Cultura recreación y deporte?
5. ¿Se ha logrado por parte de esta administración garantizar a nuestros jóvenes espacios seguros para el disfrute de sus derechos y libertades?
Si estas 5 simples preguntas no tienen respuesta por parte del gobierno distrital, debemos pensar de forma casi inmediata en evaluar y replantear la política pública y planes enfocados a la juventud debido a la pandemia. Recordemos que tenemos una deuda inmensa y única con toda la sociedad, en especial con nuestros jóvenes producto de todos los estragos nefastos ocasionados por el Covid-19.
Actualmente no solo en Bogotá, sino en el mundo entero, el suicidio se ha convertido en una problemática significativa. Un estudio realizado recientemente demuestra que al menos un 25% de los jóvenes entrevistados mostro la intención de suicidarse; cabe recordar que no es necesario tener un trastorno medicado respecto a este comportamiento para materializarlo.
La falta de oportunidades y el alto índice de frustración de nuestros jóvenes puede estar generando actualmente mayores problemas de autoestima que cobran importancia a la hora de tomar la decisión del suicidio.
Teniendo en cuenta lo anterior, hago un llamado a la Alcaldía Distrital para que pongamos en marcha planes de contingencia inmediatos y efectivos dirigidos exclusivamente a nuestros jóvenes, ya que mas exactamente esta generación puede estar llamada a tener mayores inconvenientes por los efectos nefastos de la pandemia.