La decisión elimina 15.000 cupos para niños de 3 años que hoy son atendidos en el grado de prejardín y que ahora pasarán a distintos programas de cuidado que no corresponden con un proyecto pedagógico de educación formal, agravando un factor determinante de la aberrante desigualdad que agobia a Bogotá. “El prejardín, como primer grado de preescolar, es fundamental para el desarrollo biológico y cognitivo de la primera infancia, por lo que la decisión de Peñalosa es un verdadero descaro”, afirmó el concejal Manuel Sarmiento.
El cabildante calificó como regresiva dicha medida que además provocaría el despido de los docentes que regularmente atienden este grado. “Peñalosa engaña a los bogotanos cuando afirma que su prioridad son los niños, mientras elimina 15.000 cupos en prejardín y le abre camino a la privatización de este nivel educativo, recortando cada vez más el acceso a la educación en la etapa más importante del desarrollo y el crecimiento de una persona”, concluyó Sarmiento.