De acuerdo con el proyecto de presupuesto, el próximo año los recursos para los programas de comedores comunitarios, bonos y canastas alimentarias, pasará de 223 mil millones de pesos a 180 mil millones, una reducción del 23% en términos reales. Este recorte presupuestal explica que la meta de apoyos alimentarios disminuya de 237.119 personas en 2016 a 144.814 en 2017, lo que quiere decir que más de 92.305 personas vulnerables, mujeres gestantes, niños y niñas, dejarán de percibir alimentación adecuada.
El concejal Sarmiento rechazó esta medida y afirmó que el recorte refleja la esencia de Enrique Peñalosa. "El Alcalde prefiere dejar sin estos apoyos a más de 90.000 bogotanos para apalancar grandes negocios privados como las concesiones de Transmilenio. Esta decisión conllevará a un aumento en los niveles de desnutrición en la ciudad y prueba el carácter antidemocrático y retardatario de Peñalosa, de total dureza contra las poblaciones más marginadas de la ciudad”, concluyó.