A través del PNUD (Ver documento de propuesta), la administración de Enrique Peñalosa inició el trámite para contratar los estudios con los que busca reducir el área de la Reserva Van der Hammen para construir diez avenidas, cinco de las cuales tendrán troncales de Transmilenio. Las vías que contarán con corredores de buses articulados serán: la Avenida Boyacá, la ALO, la Avenida Ciudad de Cali, la Avenida Guaymaral y la Avenida Laureano Gómez, como lo señalan el Plan de Desarrollo (Ver PDD) y el Decreto del POZ Norte (Ver plano del POZ norte).
“Lo que pretende Peñalosa es destruir una reserva que la ciencia ha catalogado como estratégica desde el punto de vista ambiental para atravesarla con troncales de Transmilenio y avanzar hacia la urbanización de la Van der Hammen”, afirmó el concejal Manuel Sarmiento.
El cabildante del Polo rechazó esta nueva agresión de la administración distrital contra la estructura ecológica principal de la ciudad, con la que insiste en favorecer los intereses de negociantes inmobiliarios que financiaron su campaña, desconociendo la abundante evidencia científica que da cuenta de la importancia que tiene este corredor ecológico para la sabana de Bogotá.
Sarmiento señaló que en vez de acabar con la Reserva, la administración de Peñalosa debe cumplir con cada una de los programas y proyectos del Plan de Manejo Ambiental, e invitó a la ciudadanía a movilizarse en defensa de toda la estructura ecológica principal de la ciudad.
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