La situación del transporte público e individual en Bogotá es cada vez más complicada por los trancones, el crecimiento del parque automotor individual, el mal estado de la malla vial, los retrasos en la implementación del SITP, el pésimo estado de las troncales de la Caracas y la Autopista Norte, y especialmente por el mal servicio en el sistema Transmilenio que ha incrementado las protestas de los usuarios por falta de respuesta y de soluciones efectivas de la administración distrital a las numerosas problemáticas claramente identificadas, tales como las largas filas a las entradas de las estaciones, los colados, la inseguridad, los atracos masivos, el incremento de vendedores en estaciones, el acoso sexual a las mujeres, la guerra por las sillas, el no respeto de las puertas preferenciales ni de las sillas asignadas a adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con discapacidad, el irrespeto de las líneas de seguridad en las estaciones y dentro de los vehículos, el sobrecupo, la falta de vigilancia policial, etc.
La iniciativa, presentada por el concejal, Orlando Santiesteban Millán propone el aporte en el mejoramiento de la convivencia, la seguridad y la cultura ciudadana en el transporte público, a través de la promoción de comportamiento de los pasajeros en el sistema Transmilenio, SITP y el futuro Metro, en este sentido, podría comenzar por prohibir y controlar las ventas ambulantes, la mendicidad, los cantantes improvisados y a los “colados”, para contrarrestar esta problemática se debe tener más opciones para los trabajadores informales, que se sientan acompañados por el distrito, también se debe tener tarifas preferenciales para estudiantes, cabe anotar que estas medidas se pueden sustentar por la obligación estatal de proteger a los ciudadanos, ya que el comportamiento de los colados no solo pone en riesgo a quienes realizan esta práctica, sino que puede provocar accidentes que afectarían a otros.
La formulación y ejecución de un plan de educación en materia de tránsito y transporte dirigido a la totalidad de los sectores de la comunidad y que no sea orientado sólo a aspectos técnicos del tema. Dicho plan, enmarcado dentro de aspectos socioculturales y técnicos debe comprender como mínimo: - Tareas de instrucción a nivel de niños, a quienes se habrá de inculcar valores culturales propios, junto con elementos de tránsito y transporte.
En materia de convivencia, lo primero es hacer que los ciudadanos sepan de manera clara qué es lo que no pueden hacer en los alimentadores, en las estaciones, en los portales y en los buses, que generen hábitos, valores, actitudes y percepciones de respeto, convivencia y solidaridad, derechos y deberes, para que la permanencia en estos sistemas de transporte sea grata, organizada, respetuosa, cómoda para todos y así agilizar el ingreso y salida de pasajeros, disminuyendo la congestión; lo que eliminaría la disputa irracional para entrar a los buses y tomar una silla, y se garantizarían condiciones dignas para mujeres y hombres, niños y niñas, adultos mayores y personas con discapacidad.
Además de estas medidas, hay que instalar más cámaras de video en alimentadores, buses de Transmilenio, estaciones, portales y en los entornos, hay que tener más policías, vigilancia privada, funcionarios y guías cívicos que les enseñen a los ciudadanos a comportarse dentro de Sistema.
De nosotros depende la construcción de un contexto cultural en el cual ninguno de los actores de la movilidad agreda a los demás y nos podamos desplazar de manera agradable, económica, rápida y segura. La implementación de nuestro sistema integrado de transporte solo será sostenible y eficiente si se hace desde una perspectiva de Cultura Ciudadana.