Con relación a este último escenario, el concejal Manuel Sarmiento señaló: “si el contrato con esta operadora es cedido a uno de los grandes consorcios del transporte, sería muy grave, puesto que se vigorizaría todavía más el oligopolio privado que domina el transporte bogotano” y, añadió, “peor todavía si igual sucede con la otra operadora de pequeños transportadores, Egobus”. La situación resulta agravada si se tiene en cuenta que estos pequeños transportadores, que entregaron sus buses en venta o a cambio de una renta, no han visto ingreso alguno en los últimos años.
Ante las inquietudes que se hacen estos transportadores –fracasados principalmente porque el sistema financiero no los quiso apalancar– respecto a su incierta permanencia en el SITP, el concejal polista concluyó que “se puede estar gestando una mayor concentración de esta actividad a favor de 10 grupos familiares-empresariales. Que no resulte que Transmilenio pague la exclusión de los transportistas menores para un propósito tan injusto que recaerá también sobre los usuarios del SITP”.
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