El Concejal del Partido Liberal, Samir Abisambra, reveló que si la operación de los hornos crematorios fuera de 48 cadáveres según un reporte de la UAESP sobre la capacidad de estos, el déficit diario de cremación en Bogotá sería de 252 cadáveres.
En Bogotá, a fecha 25 de abril, de 766.778 casos confirmados desafortunadamente han fallecido 15.342, la ciudad cuenta con una letalidad de 1.972 fallecidos por millón de habitantes, ubicándose dentro de las diez ciudades con mayor tasa de decesos por millón de habitantes.
Para el Concejal Liberal la importancia de este debate radica en que la oferta pública del servicio funerario se concentra en los niveles socioeconómicos 1, 2 y 3. “Es en estos estratos donde se ha distribuido la mortalidad por COVID-19 en nuestra ciudad. Por esta razón, es crucial que la UAESP informe sobre la gestión y la planeación de este servicio en condiciones de dignidad, así como la entrega de subvenciones y ayudas para las poblaciones vulnerables en el marco de esta pandemia.”, señaló.
Desde el inicio de la pandemia en 2020, la cremación al ser una medida de tratamiento y disposición de los cadáveres por infección del virus de conformidad con la guía “Orientaciones para el manejo, traslado y disposición final de cadáveres por covid-19”, del Ministerio de Salud, genera preocupación por una posible congestión, saturación o colapso de los servicios proporcionados por los hornos crematorios del Distrito de la magnitud de lo sucedido en países como Italia, España, Ecuador, Estados Unidos y actualmente en la India, pero sin ir tan lejos, en este momento los hornos crematorios de Medellín tienen una ocupación del 100%, tardando hasta cinco días la cremación de los fallecidos a causa del coronavirus.
Según el Cabildante preocupa aún más el hecho de que antes de la pandemia, según el diagnóstico del Proyecto 1048 del 2018, denominado “Gestión para la Ampliación y Modernización de los Servicios Funerarios Prestados en los Cementerios de Propiedad del Distrito”, del Plan de Desarrollo de la Administración anterior, se encontró que:
“La infraestructura actual de los cementerios de propiedad del Distrito Capital no cuenta con la capacidad requerida para la prestación integral de los servicios funerarios en éstos (atención funeraria, destino final y post mortem), lo cual implica ampliación, adecuación, restauración y modernización de estos equipamientos”.
En este aspecto, desde el principio la capacidad de trabajo de los hornos del Distrito estaba en entre dicho ante un posible aumento de cremación de fallecidos por COVID-19, motivo por el cual los entes de control en junio de 2020 emitieron alertas ante el probable colapso del sistema de atención del servicio de los hornos crematorios, indicando que “los hornos del Cementerio del Norte han estado apagados desde el 2019 y no es probable que estén en disponibilidad para entrar en operación cuando sean requeridos”.
Adicionalmente, advirtieron que la operación de los hornos de la ciudad está solamente funcionando al 50% de su capacidad, y la ciudad no estaría preparada para asumir el compromiso sanitario que implica la existencia del coronavirus.
“Lo cual conlleva a preguntar a la UAESP ¿Cuál es el estado actual de la infraestructura de los cementerios de propiedad del Distrito? y ¿Cuál ha sido la modernización de los hornos crematorios del Distrito?”, advirtió Abisambra.
Debido a ese compromiso sanitario y teniendo en cuenta que la operación de los crematorios llega a ser un coctel de contaminantes: descargas de dioxinas y furanos, mercurio, monóxido de carbono, entre otros, así como olores ofensivos que colocan en riesgo la salud humana, (razón por la cual el Convenio de Estocolmo los incluye entre las fuentes a controlar), es importante que la UAESP, manifiesta el Concejal, informe si realizo la respectiva identificación de los posibles impactos generados por los hornos crematorios del Distrito a causa de la contingencia del COVID-19.
Otro punto para señalar es la capacidad de operación de los hornos crematorios. En el protocolo para el manejo, disposición final de cuerpos ante la presencia del virus COVID-19, la UAESP manifiesta que están en la capacidad de prestar aproximadamente 108 servicios al día.
Sin embargo, los entes de control evidencian que, en un escenario de máxima capacidad diaria que supere los 100 casos al día, situación a la que hemos llegado en los anteriores picos, el déficit diario sería de 192 cadáveres aun acudiendo a la capacidad máxima de los contendores de enfriamiento. Pero a la vez, manifiestan que si la operación de estos fuera de 48 cadáveres según otro reporte de la UAESP sobre la capacidad de los hornos, el déficit diario de cremación sería de 252 cadáveres.
“En tal sentido, podemos observar que se presenta un desacuerdo frente a las cifras reportadas por la Unidad sobre la capacidad de operación de los hornos crematorios, 48 cadáveres según reportes de la entidad de octubre y noviembre de 2019 y el protocolo establece que 108 cadáveres, de manera que es importante que la UAESP aclare realmente ¿Cuál es la capacidad operativa de los hornos crematorios del Distrito? más cuando estamos en el tercer pico de la pandemia, con una ocupación del 91% de UCI´s, con la circulación de nuevas variantes del virus y cuando la alcaldesa ha manifestado que “Esta es la primera vez, desde abril del año pasado que estamos realmente ante la posibilidad de que colapse el sistema hospitalario de la ciudad”, dijo.
“Y, por último, sería conveniente que la UAESP presentara las metas específicas en cuanto a los hornos crematorios en el tema de la infraestructura de los cementerios y sus equipamientos en el Plan Maestro de Cementerios y Servicios Funerarios, así como sus ajustes en el marco de la emergencia sanitaria.”, concluyó el Concejal Liberal.
