Durante este mes de agosto se celebran los 140 años de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), quisiéramos poder celebrar esta importante fecha con el mejor regalo que podría dársele a la ciudad, el fortalecimiento de nuestro patrimonio, sin embargo, la Administración distrital y la junta directiva de la empresa se han dedicado a profundizar las problemáticas que planteamos en el debate de control político que hace poco realizamos.
El alcalde Carlos Fernando Galán está empecinado en no escuchar a las organizaciones de trabajadores que han insistido en espacios de diálogo propositivo para fortalecer la ETB y rescatarla de la pésima administración que pretende dejar de esta gran empresa solo el cascaron. Pérdida de clientes, despilfarro en “asesorías” sin resultados, rezago tecnológico, debilitamiento de la atención al cliente, en general, el aniquilamiento progresivo de la más fuerte empresa de la ciudad para ambientar su venta, entre otras estrategias han hecho notorias las políticas del actual presidente de la compañía, Alex Blanco. No obstante, pese a lo evidenciado y los preocupantes hallazgos e irregularidades ubicadas por órganos de control y las denuncias realizadas en nuestro ejercicio político, se le ratifica en junta.
El día de ayer se dio a conocer los resultados de la Contraloría de Bogotá a la visita que realizó visita a 5 bodegas de la empresa en medio de una auditoría, lo cual arrojó impactantes resultados de la simple comparación de los inventarios existentes de los últimos 3 años y los registros contables, encontrando pérdidas por más de $102 mil millones. ¿Cómo es posible que no se frene esto, que nadie responda, que nada se haga por parte de esta Administración? Los faltantes, según indica en la investigación, podrían servir incluso para una central de atención al cliente que tanto necesita la ETB.
Esperamos de manera muy atenta las conclusiones de esta auditoría y se implementen medidas urgentes para este descarado desfalco en donde notamos sin ningún ocultamiento la intención de desangrar y dejar sin este patrimonio a la ciudad, justificando la privatización a través de lo que desde hace años vienen ambientando como “un socio estratégico”. La empresa de los bogotanos lo que requiere de manera urgente es el cambio de administración y una buena gestión para que vuelva a ser competitiva, solo así esperamos celebrar este aniversario en Bogotá.