Aunque el Gobierno Distrital ha expresado, que se acogieron en su totalidad los lineamientos establecidos en materia de contratación para garantizar la prestación efectiva del servicio de recolección de basuras y el manejo de residuos sólidos en la ciudad; en la práctica se ha evidenciado falta de articulación con la ciudadanía y sobre todo problemas de insalubridad.
La Concejal Gloria Díaz, durante el debate hizo referencia a que en las calles persiste la acumulación de basuras y quejas constantes de los capitalinos, frente a las fallas en la prestación del servicio. Así mismo, comentó la responsabilidad que tienen los capitalinos en la adecuada disposición de residuos como la importancia de reciclar.
Cuestionó a la administración, en cuanto a las respuestas de la UAESP en donde afirma que “sin importar cuál sea el esquema de prestación del servicio, bien sea de libre competencia pura y simple o libre competencia por el mercado, los prestadores tendrán la posibilidad de ajustar sus tarifas, cuando eventualmente se modifiquen los valores de la línea base del PGIRS al existir nueva información que así lo determine”; la cabildante frente a esta aseveración preguntó: “¿qué le espera en el nuevo modelo a los usuarios en cuanto a manejo y alza de tarifas, cuando en la actualidad no están prestando un servicio óptimo de recolección de basuras?”
“Es innegable que existen problemas estructurales en el manejo de las basuras, pero nos compete a todos los capitalinos propios y por adopción, involucrarnos más y hacer una realidad la separación en la fuente; a la administración distrital le corresponde dejar los anuncios y empezar a hacer efectivas las sanciones por indebida disposición de basuras”, comenta la Cabildante.
Finalmente, la Doctora Díaz del Partido Conservador, hizo referencia a la denuncia que realizó en abril del 2016, en la cual advirtió cómo la improvisación en el manejo del reciclaje le estaba generando un gran daño a la ciudad y a las finanzas capitalinas. “En su momento hice alertas a la administración frente al manejo del tema y a los “colados” del sistema, en el cual, habrían más de 4.000 personas cobrando 1.500.000 por reciclar sin hacerlo. Hoy sería fundamental que la administración nos indicará expresamente qué sucedió con la depuración de las bases de datos de recicladores en la ciudad: ¿Hoy contamos con el censo real de la población recicladora de oficio?, ¿Qué sucedió con los hallazgos que evidenció la UAESP en ese año? ¿Están identificados los responsables de este robo? ¿Se han identificado a los responsables por el pago de pesaje ficticio de reciclaje?
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