Este lunes, Transmilenio amaneció colapsado porque la administración de Claudia López decidió que hoy día de cuarentena, el sistema debía funcionar como si fuera un domingo.
Lo que en realidad demostró esta aglomeración, es que existe una desobediencia civil en relación con la capacidad de las empresas de parar, simplemente no aguantan más la situación socioeconómica que no ha tenido una respuesta de mitigación eficiente por parte del Gobierno Nacional y Distrital.
En el debate de control político en el que presentamos una moción de observación al secretario de Salud, por lo que la alcaldesa nos llamó “hipócritas” y dijo que estábamos haciendo “política con la muerte”, advertimos que la estrategia de manejo de la pandemia en la ciudad iba muy mal. También indicamos que una pandemia a punta de cuarentenas en la situación socioeconómica que vivimos, no era una medida adecuada.
Y hemos venido preguntando sobre la prevención frente a las personas que retornaron luego del receso de Semana Santa desde la Costa Atlántica, una región bastante afectada por el virus y no hubo respuesta.
La Alcaldesa Claudia López anunció dos semanas antes de que iniciara el pico, la creación de semáforos epidemiológicos en los micro territorios y hasta el momento no vimos el primero, esto responde a que no existe una verdadera estrategia.
Desde hace algunos meses, hemos escrito 3 cartas públicas con algunas recomendaciones en las que hoy queremos insistir, porque se puede actuar, no solo esperar y reaccionar: Deben reorganizar el presupuesto de las obras de infraestructura que no están generando ninguna reactivación económica hacía la mitigación social, pero además, es necesario montar el sistema de prevención en los territorios (Bogotá ya tiene la experiencia con este sistema).