El robo de cobre es un delito que ha afectado a ETB durante años, provocando interrupciones en los servicios de telefonía fija, internet y televisión debido a que existen bandas criminales dedicadas al robo de cobre, por su alto valor en el mercado negro y la facilidad de acceso a las instalaciones de telecomunicaciones que hace que este delito sea atractivo para los delincuentes.
En los últimos años, este problema ha generando pérdidas aproximadas de más de $13.250 millones afectando la prestación de servicio de internet, telefonía, semaforización y el sistema de cámaras de videovigilancia de la ciudad incluyendo las redes de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá.
En 2022, el robo siguió en aumento, alcanzando los 60.000 metros, con una tasa de crecimiento del 9% correspondiente al año anterior.
En 2023, se dio un salto importante con más de 78,253 metros, lo que representó un aumento del 30% respecto al año anterior. Este periodo coincide con un auge en las actividades delictivas relacionadas con el hurto de cable, afectando severamente las telecomunicaciones y otros servicios críticos como el transporte y la seguridad pública. Este problema ha escalado de manera alarmante, con un aumento del 326% en incidentes de hurto y corte de cables en los últimos dos años (2022-2024).
Para el concejal Acosta la ETB, ha desempeñado un papel crucial en la historia de las telecomunicaciones en Bogotá y requiere medidas audaces y estrategias eficientes por parte de las autoridades para que se contrarreste el robo, transporte y venta ilegal de cobre en la ciudad. La administración distrital debe afrontar con estrategias contundentes este tipo de delitos, ya que la receptación ha aumentado haciendo que el robo de cobre sea más atractivo para los delincuntes.
¡No permitiremos que la falta de estrategia y la delincuencia acaben con la única empresa patrimonio de nuestra ciudad!