La concejal de Bogotá, Quena Ribadeneira, del Polo Democrático, ha desmentido las afirmaciones realizadas por OCESA en diversos medios de comunicación. Ribadeneira enfatiza que esta empresa ha minimizado el impacto ambiental y legal de sus intervenciones, así como las constantes amenazas que ha recibido el Parque Simón Bolívar con el llamado “Distrito Verde”. Es crucial que la ciudadanía conozca la verdad sobre lo que está ocurriendo.
Desde febrero, la concejal ha denunciado los problemas en este pulmón verde. En julio, se llevó a cabo una audiencia pública en el cabildo distrital, donde se dejó claro que “Distrito Verde” requiere un licenciamiento para continuar con sus obras, tal como lo determinaron la Secretaría de Planeación, la Secretaría de Ambiente, la Sociedad Colombiana de Arquitectos y la Alcaldía Local de Teusaquillo. Sin embargo, OCESA ha ignorado este requisito esencial y ha avanzado sin consultar al Comité Director del Parque Simón Bolívar, violando así la normativa.
Además, los residentes de Teusaquillo y barrios como Salitre El Greco, La Esmeralda, El Quirinal y Pablo VI han reportado afectaciones en su calidad de vida debido a la masiva presencia de eventos, que impactan la movilidad, la seguridad y la tranquilidad de los barrios. La comunidad manifiesta que nunca se realizó una socialización adecuada de este proyecto. Además, aún no se ha presentado un inventario ambiental que documente la flora y fauna del área intervenida, lo cual es crucial para evaluar el verdadero impacto de estas obras.
En uno de los videos compartidos por la concejal en su cuenta de X, se observa cómo la maquinaria destruye parte del Humedal Salitre El Greco, causando un daño irreversible al ecosistema. Es urgente detener estas obras y que las autoridades intervengan antes de que sea demasiado tarde.
Un informe técnico de la Alcaldía Local de Teusaquillo, fechado el 6 de mayo, confirma la intervención de 10,000 m² en el parque, incluyendo endurecimiento de piso y excavaciones. Estas obras constituyen una modificación urbanística que requiere licencia de construcción, la cual, sin ser obtenida, debería llevar al sellamiento preventivo de las obras.
Ribadeneira reitera que OCESA ha ignorado la ley, a pesar de las claras exigencias del POT y la falta de licencias. A pesar de esto, la megaobra sigue adelante. “Remitimos un oficio al alcalde Carlos Fernando Galán el 2 de agosto solicitando su intervención, pero aún no hemos recibido respuesta. ¿Dónde está la protección del patrimonio ecológico de Bogotá? ¿Es esta la Bogotá que camina segura?”
La concejal hace eco de su voz y de las voces de los residentes que sufren la contaminación auditiva, visual y de movilidad causada por la inadecuada articulación de espacios de espectáculos, afectando el bienestar y el libre desarrollo de cada uno de los residentes.
Oficina de Comunicaciones H.C Quena Ribadeneira
