Durante el empalme de la alcaldesa Claudía López con la administración Peñalosa, se solicitó detener la licitación de Transmilenio por la avenida 68 porque era un proceso que se hacía sin un soporte maduro de estudios, pero luego de su reunión con la Ministra de Transporte la historia cambió, ahora esta troncal es necesaria para el metro elevado y esta bien hacerla, pese a que la Concejal María Fernanda Rojas de su mismo Partido, desde diciembre de 2019 esta advirtiendo que el contratista que aprobó los estudios y diseños esta hoy en la cárcel por corrupción.
Además el costo inicial en la licitación era de 2,6 billones y ahora inesperadamente esta en 3,2 billones sin que este claro este aumento. A esto se suman también las denuncias del Concejal Manuel Sarmiento sobre el corte de las conexiones operacionales disminuyendo la conectividad con las otras troncales.
No es cierto que tenemos que resignarnos a lo que ya esta, la Alcaldesa ha dado una lucha importante frente a los temas de corrupción es ahora el momento de hacerlo con la ciudad, puede suspender la obra, rodearse de los entes de control y revisar con lupa esta Troncal en función de lo que realmente es conveniente para Bogotá.