Este año se evidencia el regreso al transporte público de miles de personas que vuelven a la presencialidad y de muchos ciudadanos que vienen del transporte particular y que, por el nuevo pico y placa, al menos inicialmente, van a subirse al SITP.
Es el momento en que la señalética del sistema debe estar en las mejores condiciones, sin embargo, la realidad es que se presentan falencias que hemos detectado en recorridos y gracias a los reportes ciudadanos. Algunas estaciones de Transmilenio prácticamente no tienen señalética y en otras es muy deficiente, la gente está volviendo al sistema y se siente perdida.
Sorprende esta situación actual porque no es un tema costoso, ni que requiera profundos estudios o impactos en obra, razones que deberían pesar para priorizar este tipo de intervenciones. No hay excusa para que durante varios meses tantas estaciones de Transmilenio no tengan la mínima señalización necesaria.
Aunque podría ser deseable cambiar toda la señalética del sistema que, en ocasiones es confusa, lo más importante por ahora es asegurar que todas las estaciones y paraderos del sistema tengan la información básica.
Es importante que el gerente de Transmilenio, Álvaro Rengifo, posesionado hace muy poco, tome este tema como una de sus prioridades. Es una labor que puede adelantarse en cuestión de semanas y que tendría un efecto inmediato en la percepción de la calidad del sistema.
Estaciones como la calle 45, 63, Paloquemao y calle 106, que tienen un amplio flujo de usuarios, deberían ser intervenidas muy rápidamente. La falta de información clara es sumamente incómoda para los usuarios del sistema y aumenta la percepción de un mal servicio.
También es necesario seguir mejorando y hacerle más publicidad a la APP de Transmilenio TransmiApp, que permite a los usuarios incluso saber exactamente en dónde está el bus que necesitan y cuánto se demora. En nuestros recorridos notamos que no se conoce ampliamente y que desde las mismas estaciones sería sencillo y rápido promover su uso.