Frente a la situación de la población venezolana en Colombia, la presidenta del Concejo de Bogotá, Mafe Rojas, describe la verdadera dimensión que tiene este fenómeno, considerado como un tipo de migración que cumple varias de las características de una crisis de refugiados.
El Banco Mundial realizó un documento en 2018, en el que anota que si bien la migración Venezuela -Colombia se da en especial por razones económicas, hay características de una crisis de refugiados por la rapidez en la migración y vulnerabilidad socio económica. Solo entre diciembre de 2020 y enero de 2021, la cantidad de ciudadanos venezolanos en el país creció en más de 13 mil personas. Pasaron de 1.729.537 a 1.742.927. Casi el 20% están en Bogotá, es decir, unas 340 mil personas.
A pesar del enorme desafío que implica la atención y la garantía de derechos de los migrantes venezolanos, la presidenta manifiesta que se ha visto el trabajo que han realizado algunas entidades quienes, a pesar de las dificultades y limitaciones, han hecho un esfuerzo por tratar de responder y aprender sobre la marcha.
En temas relacionados con la Secretaría de Educación de Bogotá en 2018 se matricularon 3.808 niños venezolanos y para 2019, primer trimestre, había matriculados 6.220. Ya para 2020, en el sector oficial, se matricularon 44.671 niños. Un crecimiento muy importante.
En temas propios de la Secretaría de Integración Social en 2018, entre sus tipos de oferta, atendió 2.707 niños venezolanos y en 2020 mostró atención para 5.414 niños. En cuanto a la Secretaría de Salud había en 2018 un poco más de 453 mil atenciones a migrantes irregulares, mientras que la cifra de 2019 fue de 799 mil.
Otra de las entidades que ha ejecutado actividades para la población migrante es la Secretaría Distrital de la Mujer, quienes tienen ahora un proyecto para mujeres migrantes. Las problemáticas que enfrentan las mujeres venezolanas tienen características que requieren de un abordaje especial.
La presidenta pregunta a la administración “si existe un vínculo específico entre este proyecto y la ruta de empleo, apoyos de emprendimiento o cualquier otra forma de generación de ingreso que se dan a través de la Secretaría de Desarrollo Económico u otra entidad distrital.
“Insisto en que la independencia económica de las mujeres es clave para alejarlas de situaciones de riesgo, explotación y violencia. Y entre más claros sean los mecanismos para lograrla, y más transversal el abordaje del tema, mejores resultados se pueden alcanzar” manifiesta la presidenta, quien además menciona que frente a las alertas que generó en el debate realizado en 2019, hoy se percibe un estancamiento en el apoyo al empleo y la generación de ingresos. "No me queda claro si la Secretaría de Desarrollo Económico continúa con la ruta de empleo para esta población. Se necesita articulación con esquemas de empleo y emprendimiento como los que ofrece el SENA" enfatizó.
Esa articulación de ofertas de empleo con el nivel nacional puede permitir desconcentrar a los migrantes de las zonas del país que tienen mayor cantidad de personas. Como Bogotá que tiene el 20% de los migrantes. Acelerar la transversalización del enfoque de género en la Administración es clave. La pandemia agravó problemas como la violencia contra las mujeres, su desventaja en el nivel de empleo y pobreza. Y las cifras son aún peores para las mujeres venezolanas.