Durante el foro en el que se trató la afectación que generan estos Hornos en zonas residenciales, la directora de la UAESP, Luz Amanda Camacho, dio a conocer que se están realizando los estudios para trasladar los dos hornos crematorios del sur de la ciudad al cementerio Serafín, que cuenta con la ubicación, infraestructura y espacio para este tipo de actividades, sin generar perjuicios para la comunidad.
Es importante destacar que este es un conflicto socioambiental en las localidades de Bogotá donde están ubicados los hornos crematorios. Aunque estos problemas llevan bastantes años en ciertos puntos, la pandemia ha exacerbado el inconformismo de las comunidades que manifiestan problemas de salud a causa de los olores ofensivos y la contaminación emanada por estos establecimientos.
Es vital proponer y revisar en la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial, que dichos establecimientos, tanto públicos como privados, salga del perímetro urbano principalmente de las zonas residenciales, se requiere de unos plazos establecidos y de la progresividad para los ya existentes, y una prohibición tácita para aquellos que desean iniciar la actividad.
En este caso como en muchos, debe primar la calidad de vida de las personas, aunque se entiende que es un servicio básico y más ahora en pandemia, no se puede seguir desconociendo que estamos en el momento clave para actuar, no solo porque se acerca la discusión del POT, sino que también debemos resarcir los errores y empezar brindarle a todos y todas las personas que habitan el territorio, una mejor forma de vivir, honrando el contrato social y ambiental propuesto por esta administración.