En 1999 la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. A pesar de que los países miembros se comprometieron a tomar el tema como prioridad la situación sigue siendo extremadamente preocupante. Se fijó en esta fecha para conmemorar el asesinato de las hermanas Mirabal en República Dominicana. Además de la violencia política, como la que provocó este asesinato, hay diversos tipos de violencia contra las mujeres, entre ellas, la física, psicológica, doméstica, obstétrica, económica, simbólica y sexual (entre la que se encuentra la violación y el acoso).
La presidenta expresa su preocupación, ya que en Colombia, según la Procuraduría, entre enero y octubre de este año, 98.545 mujeres fueron víctimas de algún tipo de violencia. Entre ellas 23.679 sufrieron violencia de pareja, 15.644 un presunto delito sexual, 8.534 violencia intrafamiliar y 16.402 violencia interpersonal. Estas cifras corresponden a denuncias, los casos no denunciados hacen que las estadísticas estén muy por debajo de la realidad.
De enero a julio los asesinatos de mujeres calificados como feminicidios por Medicina legal fueron 44. Sin embargo, otras fuentes como el Observatorio de Feminicidios Colombia habla de 360 casos. Es evidente, además que, sin importar la fuente, hubo un incremento importante de este fenómeno en 2021 respecto a 2020. Además, en un evento de la Procuraduría, el Registro Único de Víctimas reveló que en este año 33.874 personas han sido víctimas de delitos contra la integridad sexual y la libertad en el marco del conflicto armado. De ellas 91,8% son mujeres.
En Bogotá, según el Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de la Secretaría de la Mujer, se han presentado en 2021, 50 asesinatos de mujeres, la mayoría de ellos ocurridos en Ciudad Bolívar, Bosa y Engativá. Han ocurrido 1.912 casos de delitos sexuales, 292 de ellos en Suba. También se presentaron 11 mil casos de violencia intrafamiliar. Kennedy, Suba y Bosa son las localidades con más casos.
El Sistema Distrital de Cuidado, en el que avanza la Administración de Bogotá, es una buena estrategia al ofrecer oportunidades de formación, respiro y generación de ingresos enfocadas en las mujeres. También por tener un componente de cambio cultural en los entornos familiares de las personas cuidadoras. Sin embargo, en todos los niveles de gobierno debe agilizarse el compromiso con medidas como las propuestas por ONU Mujeres para disminuir la impunidad, hacer la justicia accesible para mujeres y niñas, garantizar el acceso equitativo a servicios esenciales para empoderar a las mujeres como la salud, educación y oportunidades económicas, asignar presupuestos suficientes para garantizar esa equidad, generar conciencia pública y movilización social y trabajar en cambios culturales desde la infancia.
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