•La Comunidad denuncia que cuando se comunican con algunos CAI de Bogotá nunca responden las llamadas.
•Además, estos puntos de atención no cuentan con la tecnología suficiente para atender a las necesidades de la ciudadanía.
Tras las manifestaciones del pasado 9 y 10 de septiembre donde se vandalizaron 49 Comandos de Atención Inmediata (CAI) se han recibido denuncias de los ciudadanos por no obtener respuesta cuando se intentan comunicar con estos puntos de atención. Días después de los hechos, la alcaldesa Claudia López se comprometió a reconstruir las instalaciones, pues son el primer contacto que tienen los ciudadanos con la Policía Metropolitana de Bogotá.
Con mi equipo de trabajo nos dimos a la tarea de llamar a varios de los Comandos de Atención como los de Ciudad Berna, Verbenal, Bosa Brasilia y Ciudad Berna, y en efecto nunca respondieron.
Ahora bien, las denuncias también señalan que muchos CAI no cuentan con los elementos tecnológicos necesarios como drones, cámaras con reconocimiento facial, entre otros, y en consecuencia, el servicio que le prestan a la comunidad no se ajusta a las realidades de inseguridad que enfrenta la capital.
“Sí la ciudadanía hoy no tiene cómo acceder a la Policía, ¿cómo les van a brindar seguridad a los ciudadanos? Lo primero que piensa cualquier ciudadano al momento de una emergencia es comunicarse con el CAI”.
Por otro lado, respecto al narcotráfico, los reportes de la propia Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia son preocupantes, aproximadamente 213.293 personas fueron víctimas de delitos de alto impacto en la ciudad. El jefe de esta institución, el señor Hugo Acero, reconoció que existen más de 441 ollas que son fijas y otras móviles y las localidades que más sufren este flagelo son: Ciudad Bolívar, Rafael Uribe, Usme, San Cristóbal, Bosa, Suba y Kennedy. Por su parte, la Defensoría del Pueblo, desde el 2018, ha emitido diferentes alertas tempranas, de presencia de grupos de microtráfico y narcotráfico en localidades como Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa entre otras.
Sobre la percepción de seguridad en Bogotá, las cifras también hablan por sí solas. Según la encuesta realizada por Bogotá Cómo Vamos en el 2020, la sensación de inseguridad aumentó, respecto del 2019, pasando del 27% al 49%. No obstante, los datos sobre algunos delitos reflejan por qué esa sensación no es solo cuestión de percepción. Por ejemplo: el hurto a bicicletas aumentó de 7.357 a 9.804, el robo a entidades financieras de 43 a 64 casos, la extorsión de 850 casos a 946 y las amenazas de 6.079 a 7.704.
“Después de casi un año de gobierno, el argumento bandera de la alcaldesa ha sido que esto es un simple problema de percepción, pero las cifras demuestran lo contrario”.
Finalmente, a lo largo del debate reiteré la importancia de promover una articulación entre la ciudadanía, las instituciones que deben garantizar la seguridad en Bogotá como la Policía y la Administración Distrital para que le cumplan a la comunidad y los índices de todos los delitos tengan una real disminución que a su vez se vea reflejada en la percepción de todos.
DIANA DIAGO
Centro Democrático
