Contrasta el esfuerzo distrital para incrementar la inversión en educación pública con el aporte proporcionalmente cada vez menor que anualmente está haciendo la nación. Advertimos que el esquema actual debe ser revisado porque tal cual está, castiga la asignación cada vez más alta que hace la ciudad. Es injusto que a mayor inversión distrital, la fórmula vigente del sistema general de participaciones imponga menos traslados nacionales. Es urgente que los congresistas modifiquen esta norma que hoy desincentiva mayores aportes territoriales.
Me sigue preocupando el programa “Acciones Metropolitanas para la Convivencia” porque de él se desprenden la Ciclovía, la Recreovía y gran parte del Festival de Verano dado que no se le asignaron los recursos necesarios para garantizar su funcionamiento óptimo. Sin embargo voté sí al presupuesto porque en un proceso de concertación se logró conseguir que la administración asignara 10 mil millones de pesos adicionales al IDRD para impulsar programas relacionados con la bicicleta y el fomento del deporte como “Pedalea por Bogotá” y “Bogotá forjador de campeones”, programas que sumados habían recibido una incomprensible reducción de 4.500 millones en el primer borrador del proyecto. Es importante anotar que esta inversión mejorará las condiciones para que los deportistas de la ciudad participen en los próximos juegos nacionales.
Con los recursos que recibirá el año entrante el Instituto, además podrá apoyar el recién creado programa “Al Colegio en Bici” que promete ser uno de los más exitosos en torno a la promoción de la bicicleta como medio cotidiano de transporte urbano. Miles de niños y niñas de varios colegios públicos están pedaleando día a día por un futuro mejor, y me alegra que la Alcaldía haya decidido respaldarlos porque en algún momento del debate el programa estuvo en riesgo, pues se hubiera quedado corto si solo contara con respaldo presupuestal desde la Secretaría de Educación.
Se logró también un aumento de 7.500 millones de pesos a proyectos de inversión en la Secretaría de Cultura. Estos recursos están dirigidos a aumentar la capacidad de promoción y desarrollo cultural en las 20 localidades de Bogotá, activar oportunidades para las diferentes formas de expresión cultural y potenciar las nuevas ciudadanías. También contribuye a las metas de equipamientos y corredores culturales.
No había justificación alguna para reducir más de 6 mil millones en el IPES destinados al desarrollo de iniciativas productivas para víctimas del conflicto, y si bien no se igualó la cifra a la que traía el presupuesto del 2014, se concertó con la administración un ajuste de 3 mil millones adicionales.
Ya no habrá excusas para no avanzar decididamente en lograr la construcción del Centro Integral de Atención a Animales, donde se recibirán animales capturados, decomisados y rescatados de muchas situaciones que por lo general involucran crueldad. Se asignaron, gracias al debate, 12 mil millones para el 2015 a la Secretaría de Ambiente para esta meta.
También del proceso de concertación, 7 mil millones adicionales resultaron para la Secretaría de la Mujer en apoyo a acciones con enfoque diferencial para el reconocimiento de la diversidad de las mujeres en las políticas poblacionales y para impulsar la igualdad de oportunidades para el ejercicio de sus derechos. Con un presupuesto escaso hay mucho trabajo por delante, pero esperamos ver resultados positivos de la gestión de estos recursos con prontitud y prioridad.
En hábitat las prioridades de gestión para el 2015 cambiaron. La disminución en el presupuesto para la financiación de vivienda de interés prioritario pasa de 129 mil millones en 2014 a 97 mil en 2015, muestra que la Alcaldía ya no apuesta en lo que resta del período al cumplimiento de la meta de 70 mil viviendas, no porque no lo considere importante, sino por la gran dificultad que afronta en la consecución de suelo para este propósito. Prioriza el mejoramiento integral de barrios y con ello ofrece mejores condiciones físicas principalmente a barrios legalizados a través de mejor infraestructura, mejores servicios públicos, espacio público y recuperación de elementos ambientales. El avance en legalización de barrios frente a la meta de gestionar 90 de origen informal es muy baja con apenas 9 legalizados, la administración pasa de 13 mil a 47 mil millones para el 2015 con una variación de 266,4% y consideramos esta es una gestión para apoyar.
En gobierno, seguridad y convivencia fueron acogidas por parte de la Alcaldía 16 solicitudes para incrementar recursos lo que generó para el sector un monto adicional de 52 mil millones al proyecto propuesto originalmente. Con 31.500 millones de pesos en el programa de convivencia y seguridad -aquí fue donde se presentó la mayor adición-, se logró que el presupuesto que se había desmejorado de 2014 a 2015 fuera corregido. Lamentablemente el gobierno sigue en mora de enfrentar la insuficiencia de Unidades de Reacción Inmediata –URI– que son fundamentales para acceder a la justicia; llamo la atención para que se gestionen con prontitud recursos adicionales y así crear nuevas URI’s que permitan atender las necesidades apremiantes en el primer paso que deben realizar los ciudadanos cuando son víctimas de un delito, la denuncia efectiva.
Discusión mayúscula suscitó el manejo del famoso cupo de endeudamiento de 3,8 billones de pesos aprobados en agosto de 2013. La propuesta presentada por la Alcaldía en este presupuesto de 2015 y aprobada por las mayorías en el concejo, permite que 2,4 billones del cupo que corresponden a proyectos cofinanciables por la nación conformen la bolsa general de recursos de contrapartida del CONPES 3677 de 2010 donde el primer aporte lo hace el distrito y con el que se espera la nación asigne un 70% adicional. Los anuncios del presidente Santos en el sentido de aportar 7 billones del presupuesto nacional (6 billones para Metro, y 1 adicional) para otras obras de infraestructura son insuficientes para financiar el listado de proyectos pendientes de ser concretados, y que incluye entre otros la construcción de la Boyacá, las obras de integración para el mejoramiento de TransMilenio y el cable de San Cristóbal. Ese proceso de concertación nación-distrito lleva 9 meses de gestación, así que los recursos que desde ahora podrán ser aportados por la Alcaldía de Bogotá como cace inicial llevan a que la Nación no siga dilatando aún más el desembolso que permitirá a la ciudad ponerse al día con la infraestructura de la movilidad bajo un sistema integrado que tiene como principal sombrilla el Metro.
Las obras no cofinanciables con la nación como la Avenida Alsacia, dos tramos de la Bosa, la Tintal, y la extensión de la Cali entre otras, deberán seguir su curso y ser financiadas en un 100% por el distrito con los 1,4 billones que no serán englobados en la bolsa CONPES.
Otro de los temas más controversiales durante la discusión del presupuesto fue el llamativo incremento de casi el 2.000% en el IDIPRON con respecto al 2014. Subir de 7 mil millones de pesos a 147 mil millones los recursos de uno solo de los programas de la entidad merecía un amplio debate y más de una justificación que por cuestiones de tiempo desafortunadamente no se dieron. Después de algunas advertencias de varios concejales preocupados por la capacidad de ejecución de un instituto que de un día para otro recibirá semejante cantidad, el gobierno distrital redujo el presupuesto proyectado y lo fijó en 100 mil millones. Sin embargo y dado que varios detalles sobre el manejo de estos recursos quedaron por discutir, prestaré especial atención a la forma en que serán usados esos 93 mil millones adicionales. Ejecutar este presupuesto significa un enorme reto para la concreción de los programas que atienden a los jóvenes que habitan en zonas de alto riesgo de violencia.
La aprobación de este presupuesto facilita un último año de gobierno, pero más importante aún, creemos que su correcta y oportuna ejecución permitirá a la Alcaldía concretar metas que aún le son esquivas en algunos sectores, y a los ciudadanos como usted y como yo, hacer un control mucho más exigente sobre la efectividad de la gestión pública en el cumplimiento de los compromisos asumidos con los bogotanos y bogotanas.
