Para la concejala Marisol Gómez, no debería haber esa disyuntiva cuando el objetivo es desincentivar el uso del carro y propiciar el transporte sostenible, según lo ha dicho la alcaldesa Claudia López muchas veces. “Las medidas deberían apuntar todas hacia allá, y no al revés. Hay una gran contradicción entre lo que dice la Alcaldesa y la Secretaría de Movilidad. Es decir, el Pico y Placa solidario no le apuesta a mejorar la movilidad y, por el contrario, pone más vehículos en las calles. Borran con el codo lo que hacen con la mano”, sostuvo la concejala del Nuevo Liberalismo durante el debate que realizó este miércoles en el Concejo de Bogotá.
Según información de la Secretaría de Movilidad, la proyección de recaudo era de 170.000 millones, pero en 2022 la cifra llegó a 218.000 y puede llegar a 250.000 millones de pesos.
“Ha habido un significativo aumento en el recaudo por el Pico y Placa Solidario cada año. Del 2020 al 2021 aumentó en 4 veces y de este año al 2022 el recaudo se multiplicó por 8 veces. Pero el éxito financiero de la medida es a costa de una peor movilidad”, sostuvo Gómez, quien recordó que en el año 2021 pagaron 24.108 vehículos, pero en el 2022 este número aumentó a 326.128. “Un crecimiento nada despreciable que seguramente tiene impacto negativo en la movilidad”.
De hecho, según datos de la Secretaría de Movilidad, en los últimos dos años el promedio de velocidad tiene una tendencia a la baja, y no supera en los mejores meses los 25 kms. por hora.
Además de esto, Gómez criticó que lo recaudado sea destinado para tapar el creciente déficit del SITP, que cada año sube un promedio del 10%. “En 2020 el déficit era de $2,1 billones, en 2021 de 2,3 billones, en 2022 de 2,5 billones, en 2023 de 2,7 billones y se estima que de 2023 a 2032 llegue a 20 billones, es decir que lo recaudado, que va al Fondo de Estabilización Tarifaria, va a un barril sin fondo”.
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