Gómez, quien llegó al Concejo después de una trayectoria de más de 25 años en el periodismo, agradece a todas las personas que confiaron en ella para ser el puente con el gobierno de la alcaldesa Claudia López para buscar soluciones a sus necesidades, entre ellos, los vecinos de las obras por valorización, especialmente de sectores como el Canal Molinos y el Canal Córdoba, que pedían que el IDU escuchara sus quejas sobre la construcción de los andenes y ciclorrutas.
También agradece a los emprendedores de la Casa de la Paz, víctimas del conflicto armado y excombatientes de las Farc, que confiaron en ella para que el Instituto Distrital de Turismo los potenciara como uno de los nuevos sitios turísticos de Bogotá. Igualmente les da las gracias a los líderes del barrio Casa Grande, en Ciudad Bolívar, con quienes insistió hasta el final para que el Distrito les adecuara una cancha y un parque infantil, obras que vienen reclamando hace años para que los jóvenes y niños puedan hacerle el quite al reclutamiento de las bandas criminales que operan en el sector.
Agradece a los vecinos del estadio El Campín, con quienes buscó que la Alcaldía actuara frente a los problemas de seguridad y parqueo que tienen por los eventos en el estadio; a los vecinos de la carrera 17 entre calles 121 y 122, a quienes apoyó con la gestión para el arreglo de la vía que llevaba años llena de huecos; a un grupo de vecinos del complejo acuático Simón Bolívar, que la buscaron para que el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) les reabriera el acceso a la piscina olímpica. Estos son solo algunas de sus gestiones como concejala, primero de Bogotá para la Gente, movimiento que su unió después al Nuevo Liberalismo.
“Fui una piedra en el zapato para el clientelismo del Concejo de Bogotá. Uno de mis mayores orgullos: Nunca pedí puestos a ningún funcionario de la Alcaldía. Y voté a conciencia pensando en lo que le servía a Bogotá, como cuando di ponencia positiva al proyecto de acuerdo con el mayor cupo de endeudamiento que la Alcaldía pidió al Concejo para enfrentar la crisis económica postpandemia”, dijo Gómez al hacer un recuento de su paso por el Concejo de Bogotá.
Durante los cuatro años, Gómez logró que cuatro de sus proyectos se convirtieran en Acuerdos de ciudad: Uno para que nunca más se cobre de forma anticipada el 100% de una obra por valorización, otro para que el Distrito coordine un plan de intervención de los canales de Bogotá, uno más para que la Alcaldía promueva el empleo de excombatientes, víctimas y sus familias en centros de memoria de Bogotá y, finalmente, uno que crea Semilleros contra el Machismo, para que los estudiantes conversen sobre cómo ´desaprender´ actitudes machistas.
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La concejala del Nuevo Liberalismo se destacó por el control político que hizo a temas como la inseguridad, el atraso en las obras por valorización y la generación de empleo con la plata del cupo de endeudamiento, entre otros.
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