La concejal de Bogotá Para la Gente, Marisol Gómez Giraldo, afirmó que la pobreza en la capital del país ha crecido al menos 35% durante los dos meses de aislamiento obligatorio por la pandemia del covid-19, lo que está provocando una emergencia social para la cual la ciudad no está preparada.
“Estamos pasando de la emergencia sanitaria a la emergencia social. Millones de bogotanos que quedaron sin ingresos por la pandemia enfrentan una situación de extrema vulnerabilidad. El Distrito se está quedando corto en las ayudas”, señaló.
El aislamiento obligatorio (simulacro) en Bogotá se inició el 20 de marzo y este miércoles se cumplen dos meses de vigencia de la medida, aunque algunos sectores económicos, como la construcción y las manufacturas, han ido reanudando operaciones en forma paulatina.
De acuerdo con Gómez, el mes más crítico para la economía del país y de la ciudad fue abril pasado, cuando según proyecciones de Fedesarrollo la actividad económica se contrajo entre 25% y 30%, y aunque en mayo la caída será menos pronunciada “estamos viendo un aumento inusitado del desempleo y de la pobreza”.
La concejal estimó que en estos dos meses de cuarentena la pobreza monetaria en Bogotá, que en 2019 afectaba al 11,6% de la población, ya se ubica en 15,7%. “Esto quiere decir que la pobreza en la ciudad creció 4.1 puntos y, en términos porcentuales, un 35,35%. Hoy, un millón 215 mil bogotanos son pobres, 335 mil más de los que teníamos a fines del año pasado”, aseguró.
Dijo que es este es un pronóstico moderado, que se basa en el modelo estadístico que aplica la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) para proyectar los efectos sociales de la pandemia del Covid-19.
Estimó que la pobreza extrema en la ciudad, que abarca a quienes no logran cubrir sus necesidades alimentarias, ha aumentado en casi un punto: pasó de 2,5% a principios de este año a 3,4% en estas semanas de aislamiento social.
Lo que explica los incrementos en los índices de pobreza y pobreza extrema es la caída de la actividad económica, que dejó sin ingresos a dos tercios de la población económicamente activa de la ciudad. Esto incluye a quienes subsisten en el sector informal –que son el 41,1% de los bogotanos en edad de trabajar y hoy están paralizados–, y a los que quedaron sin empleo.
Según estimaciones de la Secretaría Distrital de Hacienda en esta crisis podrían perderse hasta 550 mil empleos en Bogotá, lo que llevaría la tasa de desocupación al 22%, la más alta en más de medio siglo.
La concejal Marisol Gómez señaló que las perspectivas sociales de la ciudad son “muy preocupantes”. Explicó que, según pronósticos de Fedesarrollo, la crisis económica derivada de la pandemia del Covid-19 elevará la pobreza monetaria en Bogotá a niveles que no se habían visto en más de una década.
Para Fedesarrollo, en el escenario menos grave la pobreza llegará este año a 16,1%; en el escenario intermedio a 17,2% y en el escenario más pesimista a 18,7%.
Esto significa que la pobreza en la ciudad aumentaría entre 38% y 61% este año con relación a la tasa de 2019 (11,6%) y que el número de bogotanos pobres habría crecido en medio de la pandemia del Covid-19 entre 366 mil y 567 mil habitantes.
“Tenemos que fortalecer las políticas de atención a estos cientos de miles de bogotanos que han visto en estos últimos dos meses cómo se desploman sus condiciones de vida –dijo la concejal Gómez–. Muchos de ellos no tienen ingresos para satisfacer sus necesidades básicas y el Distrito tiene que hacer un esfuerzo adicional para llevarles ayuda”.
Y hoy “no estamos respondiendo a este problema con la contundencia y con la magnitud que se requieren”, aseguró.
Contacto de prensa: Glemis Mogollón Vergara, 3153728652