“Voté sí al cupo de endeudamiento para la segunda línea del Metro de Bogotá, porque creo en la necesidad de un transporte masivo con urgencia para Bogotá. He sido crítica del retraso histórico al que ha mantenido sometida la diferencia política en Bogotá y no creo que oponerse a un sistema de movilidad masivo sea representar el derecho de los ciudadanos”. Así explicó la concejal Marisol Gómez Giraldo su voto positivo para que la empresa Metro se endeude por $9,4 billones.
Gómez destacó que como lección aprendida de lo que pasó con Transmilenio en pandemia, cuando el Distrito se endeudó para entregarle $1,1 billones para salvar el funcionamiento de ese sistema de transporte, la concesión que se hará para la segunda línea del Metro tendrá una cláusula de reversibilidad, con la que el Distrito podrá suspender la concesión si se da cuenta de su mala operación. “Esto le da una ventaja al Distrito para asumir la operación de la segunda línea en cualquier momento”.
Durante la sesión plenaria en la que se aprobó el cupo de endeudamiento, el gerente del Metro de Bogotá, Leonidas Narváez, explicó que el riesgo de que el Distrito deba darle plata al concesionario de la segunda línea del Metro es menor porque el 70% de los trenes quedarán pagados con las vigencias futuras de los gobiernos nacional y distrital.
Para la concejal, el paso que sigue con este cupo de endeudamiento es que el Concejo le haga control político no solo a la inversión de los recursos sino también a cómo el concesionario operará la obra cuando entre en funcionamiento.
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